viernes, 23 de julio de 2010

Pongámonos Cerebrales con el Cine

Después de un año en coma profundo, resultado de un accidente de caza, y con mis capacidades mentales casi recuperadas, me siento por fin con fuerzas para postear de nuevo en este patético blog.

Entre las pocas actividades lúdicas que realizo en mi ocupado tiempo se encuentra el de visionar películas. Es habitual, ultimamente, que además me interese por los entresijos de esta forma de entretenimiento tan popular. Hablar y leer sobre cine es otra de mis actividades, derivada de la primera. Suelo pasar por la inquietante experiencia de leer críticas de películas. Es una buena manera de comprobar que aquello de que cada mente percibe el mundo de forma distinta es verdad. O casi.

Esta mañana, después de ver un película que me ha parecido estimable, pero cuyo título no revelaré, he decidido practicar el arriesgado deporte de leer críticas en mi sitio habitual, del cual tampoco revelaré la dirección. Curiosamente la búsqueda por título en ese sitio ha arrojado dos resultados: Dos críticas para la misma película... Completamete opuestas.

La crítica negativa me ha llamado la atención como ejemplo perfecto de los síntomas que padecen los que no encuentran buena una pelicula (que es legítimo). Se puede hacer una lista:

1. Desde el principio, no le engancha, le parece que tarda mucho en entrar en materia.
2. Cree que la mayor parte de las escenas son de relleno.
3. Le da la impresión de que está llena de pequeñas incoherencias.
4. No tiene verosimilitud.
5. El final es previsible.

Curiosamente, antes de leer la crítica negativa, yo ya tenia una lista análoga en la cabeza de lo que me gustaba de esa película.

1. El principio de la película te presenta los personajes en su rutina habitual para que conozcas sus personalidades y empatices con ellos.
2. Los personajes se enfrentan a una situación terrible, pero esa situación es un MacGuffin. Lo realmente importante es como reaccionan los personajes ante lo que se les presenta. Es un retrato de la humanidad.
3. Este drama es un vehículo para explicar algo más importante que la mera sucesión de unos hechos. Los fenómenos no importan. Importan las reacciones humanas.
4. Al ser un vehículo para explicar algo de mayor orden, el autor no ve necesario el realismo. Esto no es un documental. Las reacciones exageradas de los personajes estan hechas así adrede.
5. El autor da pistas sobre como va a acabar la película. Lo hace aposta y lo hace bien. Y lo hace así para dejar un sabor de boca muy concreto al espectador

Bueno, la conclusión es que la película me gusta precisamente por las mismas razones que se citan en la crítica negativa como reprochables. ¿Qué ocurre aquí?. Primero hay una situación inevitable: Como he dicho antes dos mentes no tienen porque percibir lo mismo ante el mismo estímulo. Pero también me ha dado por pensar algo más extraño y llamémosle así: Biológico.

La cuestión de porque las películas "enganchan" a unos espectadores y a otros no, (esto es una ley fundamental, ya que es imposible que guste a toda la pobalción en su totalidad) se me antoja de forma más científica como una indisposición del cerebro.

Me explico: Para realizar ciertas actividades intelectuales, el cerebro ha de adoptar unos ritmos concretos. Las ondas cerebrales son la "firma" de estos estados particulares. El cerebro no emite ondas con la misma frecuencia siempre. Dependiendo de si dormimos o estamos conduciendo o leyendo un libro o ametrallando afganos, las ondas cerebrales cambian. Cuando la frecuencia no es la adecuada para la actividad que estamos realizando ya estamos hablando de una posible disfunción, con lo que la actividad no puede llevarse a cabo correctamente.

Tengo la intuición (no es ni una hipótesis) que en un estado mental favorable, el autor de la crítica negativa que he resumido sí que habría apreciado la película. Comprobar este principio no está en mi mano, así que he buscado en Internet la inverosímil asociación de conceptos neurociencia y cine. Y he obtenido resultados, que tal vez no tienen mucho que ver con lo que buscaba, pero que son igualmente singulares.



Lo que véis arriba es una representación gráfica del grado de "control" sobre el espectador que tienen ciertas obras fílmicas. Cuanto mayor es la barra, mayor intencionalidad por parte del director por hacer discurrir las mentes de los espectadores por caminos concretos. Cuanto menor es la barra, más libertad para el espectador para interpretar la obra.

Este es una de los resultados de una investigación realizada por la Universidad de Nueva York, dentro de una serie de artículos científicos que aplican las ciencias de la mente al cine. La gráfica anterior fue producida haciendo escaneos cerebrales de muchos voluntarios durante el visionado de ciertas obras audiovisuales.

La barra verde corresponde al episodio Bang! Youre Dead (1961) de la serie de TV de Alfred Hitchcock. Tiene la puntuación más alta. Eso significa que la ciencia confirma lo que ya sabíamos: Que Alfred Hitchcock era un excelente manipulador de mentes. La barra azul representa El bueno el feo y el malo (1966) de Sergio Leone. La habilidad de este señor para captar la atención del espectador sobre detalles concretos de cada plano queda también perfectamente cuantificada, ya que en un resultado paralelo ha éste, se muestra como la mirada del espectador siempre se posa en los mismos puntos de la pantalla. Justo donde a Sergio le conviene, supongo.



La barra roja es un episodio de Curb your enthusiasm, de Larry David. Supongo que la habilidad como director o narrador queda un poco al margen cuando te centras más en los diálogos cómicos. Finalmente, el último de todos, la barra naranja, viene a ser una muestra de control. Es una grabación casera de la calle, realizada por lo propios autores del experimento. En esa grabación no hay ninguna narración y, por lo tanto, ninguna dirección, por lo que la atención del espectador no es controlada, si no que es libre de interpretar las imágenes como quiera.

Esto último es la clave del experimento. Se trata de comprobar que, en una determinada población de espectadores, sus escáneres cerebrales se parezcan entre sí. Cuando más se parezcan, cuanta menor sea le desviación, eso implica mayor homogeneidad de pensamiento. Eso es lo que indican las barras. Las mentes más "controladas" perciben la película de forma más parecida entre ellas. Mientras que las menos sujetas a esta conducción permiten interpretaciones más variadas de lo que ven.

Las implicaciones pueden ser interesantes, aunque siguen sin resolver mi duda principal: Si la condición mental del espectador ha de mostrar una predisposición especial para tragarse lo que ve. A mí, muchas veces, no me basta ni con una buena actitud.

Artículo original
Diario de artículos científicos sobre Neurociencia y cine

Hay que pagar para leerlos todos, a ver que creíais.

1 comentario:

  1. No adivino la película que has visto, pero me parece curioso este experimento porque me recuerda a mi manera de ver películas, por ejemplo, no me gusta ver una comedia si estoy triste o de malas, porque no me suele gustar.

    También suele pasar que ves una película pasados unos años y de repente te parece completamente anodina, o al revés, una que no habías entendido en absoluto, te parece lo más, y conecta contigo a todos los niveles.

    Aunque la actitud y la disposición personal son importantes, tampoco creo que lo sea todo, me gusta pensar que si una película es muy de tu gusto o es extraordinaria, realmente va a poder con cualquier cosa; por ejemplo, vi "Seven" enferma en el cine porque me había intoxicado y no lo sabía y me gustó bastante XD

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