sábado, 28 de agosto de 2010

"Semanalmente" es relativo

Vaya por Dios, me ha vuelto ha ocurrir. Yo quería darle una dedicación semanal a este blog y se me ha vuelto a pasar, no una, si no dos y tres veces. El tiempo se escabulle como la arena entre mis dedos. Debe tener que ver con las secuelas de mi accidente de caza, lo cual se añade a mi lista de handicaps. Otra de esas secuelas es la procastinación, enfermedad endémica entre los jóvenes de treinta años para arriba. Ojalá tuviera la constancia y perseverancia que tiene, por ejemplo, Belén Esteban, que, con una dedicación contumaz, logra copar todas las horas de televisión que puede. Admirable ejemplo.

Como solución barata a esta infame desidia, voy a condensar en un post las dos cosas interesantes que me han venido a la cabeza estas últimas semanas:

1. Ovnis en los índices bursátiles.
En este artículo con el bizarro título de Empresa especialista en datos del mercado de valores identifica las huellas de robots-brokers (está en inglés), se aprecia el fenómeno típico del avistamiento OVNI. Cuando se ve algo que no se puede comparar con ningún patrón establecido, no faltan nunca las teorías más rocambolescas para explicarlo. En este caso, el análisis concienzudo de un solo día de cotizaciones en la bolsa de Nueva York desvela señales extrañas. Inversores que realizan peticiones de compra/venta en espacios de milisegundos. La visualización gráfica de estos me recuerdan a las señales de sonido digital sintetizado. Claramente, se trata de software que invierten en bolsa basándose en algoritmos matemáticos. Esto ya se conocía, pero estos comportamientos de milisegundo o segundos de duración no son productivos en absoluto. Son llamativos porque no parecen conducir a ningún beneficio aparente. A partir de aquí las elucubraciones empiezan a surgir en los comentarios de la noticia, a cada cual más extraña. Yo distingo dos tipos, basándome en mi experiencia como divertido espectador del fenómeno OVNI y del comportamiento derivado de éste. A saber:

La hipótesis inmanente: En la cuál el fenomeno surge de forma consustancial a la propia naturaleza del mercado de valores. La teoría del caos nos dice que ciertos patrones regulares acaban emergiendo del cúmulo de transacciones bursátiles de forma totalmente espontánea. El problema de esta hipótises es que estos patrones nunca serian microscópicos comparados con el resto de transacciones. Si vieramos patrones analizando 8 meses de cotizaciones me inclinaría por esta opción, porque los patrones serían una especie de "macro-efecto", por así decirlo, resultado de todo el complejo sistema bursátil. Pero no es así.

La teoría de la conspiración: En la que unos aviesos ingenieros de software lanzan "ruido" al espacio de las transacciones bursátiles para despistar a otros "robots". Buscan distorsionar las lecturas que estos hacen para que realicen inversiones equivocadas y así ganar una ventaja competitiva. Tampoco parece muy factible que sea esto, pues la duración de estas distorsiones es limitadísima y aislada comparado con el oleaje resultante de todo este mar de valores intercambiados durante todo un día. Para distorsionar habría que hacerlo de forma continuada y de forma mucho más perceptible, si no, el efecto se queda en nada.

Como siempre, la respuesta más sencilla es, probablemente, la correcta. Lo que tenemos aquí son tests de software. Nada más y nada menos que robots probando su velocidad para realizar transacciones, factor clave a la hora de competir en esto de la inversión robotizada. Es la idea menos excitante de todas, y por lo tanto, con más visos de corresponderse con la realidad. Sin embargo, se ven pocos comentarios en el artículo original que hagan referencia a esto. ¿Por qué siempre pensamos primero lo complicado?

2. Tecno del bueno.
Es ya la hora de dormir y mientras hago zapping me encuentro con un canal de "música" donde no hacen más que poner Dance cutrón. Estoy a punto de cambiar cuando, de repente, de no se sabe donde, aparece en pantalla un video con un estilo que solo puede denominar como Tecno Clásico. El tecno no es mi estilo favorito, pero hay que reconocer el buen gusto y la elegancia de estos autores. Se hace un homenaje a una cierta época ya perdida. La realización del video me parece soberbia, transmite algo del misterio de la perversión. Me he quedado muy satisfecho con él y a veces lo veo en el Youtube. Es increíble que la música popular haya llegado a un nvel tan bajo, que acabe echando de menos un estilo que nunca fue el mío. Aunque hay canciones de Depeche Mode que me parecen francamente atractivas, está claro que en otra época lo habría denigrado como Tecno-gay. Pero ahora me parece una cosa muy elegante y estimable. El grupo se llama HURTS y el tema es "Better than Love".



Un aviso a Lady Gaga: Menos es más... ¿Cuándo te vas a enterar? Jodido travesti.